miércoles, 23 de noviembre de 2022

Segunda película que veo de Rodrigo Sorogoyen, primera El Reino, que me gustó, pero infinitamente más esta. Ya me había puesto en antecedentes porque casi todas, o todas, las críticas que oía sobre ella eran brutales, así que estaba preparada para algo bueno cuando fui a verla el domingo pasado. Y así sucedió. El paisaje, la perfecta banda sonora conseguida con sonidos diría yo casi guturales, el silencio, que era un personaje más de la peli, Roberto Zahera, Diego Anido que lo he descubierto aquí, Denis Menochet y Marina Föis, los dos actores franceses que hasta este momento tampoco conocía, terminaron de bordar las dos horas y pico que dura la película. Años dos miles, un pueblo perdido en la montaña de Ourense, dos familias enfrentadas por rencores y "dineros" pasados, y también un enfrentamiento permanente entre los de aquí y los de fuera, lo rural y lo “cosmopolita” o lo “más instruido”, es lo que cuenta esta historia inspirada en un crimen real ocurrido en 2010 en la aldea de Santoalla (Orense). La fuerza que desprende la cinta, también la segunda parte en la que podríamos decir que está dividida, dejan boquiabierto en relación a la capacidad de resistencia y voluntad humana, y a otra cosa muy recurrente también en muchos relatos de los que oímos hablar, el amor. Es para degustarla despacio y sin prisa, como el ritmo que lleva el lugar dónde se desarrolla. Y si puedes elegir, pantalla grande, please!! Enjoy!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario